El planteamiento del proyecto nace de la idea de liberar superficie de primer piso para destinar a jardines y estacionamientos, sumado a una estructura única que combina la solidez del hormigón y la resistencia del acero con un enfoque en la conexión con la naturaleza a través de grandes ventanales que permite aprovechar al máximo el paisaje.

La casa se compone principalmente de hormigón y acero, lo que le da una apariencia industrial pero elegante. El hormigón proporciona solidez y estabilidad, mientras que el acero se utiliza en la estructura para permitir la sensación de “flotar”.

La fachada de la casa es minimalista y moderna, con líneas limpias y una paleta de colores negro y madera nogal, lo que le da una elegancia y sobriedad.

El diseño interior de la casa sigue la misma línea moderna y minimalista. Los espacios son abiertos y fluidos, con una distribución funcional que permite una interacción armoniosa entre las diferentes áreas. Los materiales utilizados en el interior, como el hormigón y la madera, se complementan con el estilo de la fachada, creando una continuidad estética en toda la vivienda.

Esta casa moderna que flota en el segundo piso es un ejemplo impresionante de arquitectura contemporánea que combina la solidez de materiales como el hormigón y el acero con una fuerte conexión con la naturaleza a través de jardines elevados y grandes ventanales. Es un espacio elegante y funcional que permite a los residentes disfrutar de la belleza de su entorno desde la comodidad de su hogar.